martes, 1 de noviembre de 2011

Que nadie deje mejor huella.

En un intento fallido de conseguir ser imprescindibles, nos cuesta salir de una rutina que nos resultaba tan constructiva como placentera y deseamos con todas nuestras fuerzas que echen de menos hoy las cosas cotidianas que nosotros proporcionábamos ayer para que nadie pueda dejar más huella que nosotros mañana.




César Rodríguez. 

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