viernes, 30 de diciembre de 2011

Pasado ya.

Sus días se llenaron de "la útilma vez que hago X en el 2011".

Acababa un año y empezaba otro, que con fuerza tendría que ser mejor que el anterior, y arrepintiéndose de que en ese "la última vez..." no estuviese ella.


Vicente Viz. 

domingo, 25 de diciembre de 2011

25 de Diciembre.

Hoy es un día especial. Todos los años desde que tengo uso de razón y no la tengo, en este día venían Pepe y Beatriz a comer un buen puchero por navidad. Hoy ya no ha sido así. Esto del vivir se acaba a veces, y a vosotros se os acabo este año primero a ella, y más tarde, a él. Desde que os conozco habéis estado juntos, y decidisteis hacerlo todo juntos hasta el final.

Me he levantado como todos los años, tarde, ya a la hora de comer, oliendo a ese puchero, pero este año nadie ha tocado a la puerta para unirse con nosotros. Creo que la felicidad en un diccionario tendría que venir descrita con una foto de mi abuelo comiendo el puchero de navidad. No he visto en mi vida a un hombre disfrutar tanto de una comida así, como lo hacía él. Y a ella, a mi 'iaia' Beatriz, que siempre me traía sus 'corets' porque sabía que me volvían loco. Todo eso ya termino.

Supongo que allá donde estéis os habréis comido hoy ese puchero a nuestra salud. Quería deciros lo orgulloso que estoy de poder decir hoy, que os tuve como abuelos. Erais una pareja entrañable, el equilibrio perfecto entre dos personas, tú, 'iaia', hacías que el 'iaio' mantuviera los pies en la tierra, le cuidaste a él y a tus cuatro hijos de una forma impresionante. Miles de historias me vienen ahora mismo a la mente, de esas que tanto te gustaba contarnos cuando estábamos un domingo de verano en naquera, y acababas de venir de recoger tus claveles del campo, haciendo tiempo mientras el 'iaio' pepe "rascaba el camp".

Creo que no os disfrute todo lo que os podía haber disfrutado, por esa puta comodidad de pensar que os tendría para siempre. Hoy me arrepiento en parte, pero sé que vosotros fuisteis conscientes de como os queríamos con locura todos vuestros nietos.

Ella se fue cantando, con una sonrisa en la cara. Él se fue llorando, echándola de menos. Me gusta pensar que a ti, 'iaio', te di paz en una tarde cuando fui a tocarte la guitarra mientras estabas en cama. Siempre te encantó que yo aprendiera a tocarla, pero la pudiste disfrutar muy poco al final.

Me acordaré, hasta el día que me vaya con vosotros, de un día, en el que ya el 'iaio' le costaba valerse por si mismo y tuve que ir una tarde a levantarlo de la cama para moverlo hasta la silla, yo estaba en ello, con el esfuerzo que supone levantar a pulso a una persona que no tiene fuerza en las piernas, pero detrás la tenía a ella, a mi 'iaia' tocandome la espalda, sin hacer la mas mínima fuerza física (Porque no podía) pero diciendome "no et preocupes carinyo que està la iaia aci darrere aguantante". En su momento me hizo gracia, luego más tarde comprendí que era lo que llevaba toda la vida haciendo. Mi abuela siempre estaba detrás apoyando a todos y cada uno de los miembros de su familia, de esa familiar de la que estaba tan orgullosa.

Podría estar de aquí al próximo 25 escribiendo anécdotas, pero ahora que ya voy por la tercera lágrima (de felicidad de pensaros por supuesto) creo que va a ser el momento de parar. Os dejo esto aquí, a modo de carta, y ojala espero que lo leáis allá donde esteis.

Os quise, os quiero y os querré siempre 'iaios'. Feliz Navidad.


Vicente Viz.

viernes, 23 de diciembre de 2011

Y ahora que? dijo.

Le costaba muy poco dormir en casa ajena, pero cuando llegaba la hora de volver a su casa los trayectos se le hacían eternos. Sus miradas se clavaban en la nuca, se adivinaba un pensamiento común, miradas críticas que rezaban "Irresponsable" con letras mayúsculas. La fiesta se había alargado, dejando la noche atrás hacía ya horas, la cara radiaba necesidad de sueño y aspirina. Ojos inyectados en sangre que toleraban con mucha dificultad la luz del sol reflejada en los cristales. La cabeza, entre vaivenes inevitables por la vibración que la marcha del autobús provocaba, estaba a punto de estallar. Inmerso en pensamientos, repasando en retrospección toda la noche minuto a minuto. No era consciente en ese momento de lo que había hecho.

Se inculcó con fuerza la filosofía de vida de vive el momento, 'carpe diem' y 'tempus fugit' iban de la mano, siempre reflejado en todo lo que hacía. Esto muchas veces le había conseguido momentos inolvidables, pero, otras tantas terminaba en arrepentimiento.

No fue así en esa ocasión, el arrepentimiento de ese momento brillaba por ausencia. Fue una de esas veces, pocas veces, que cuando estaba volviendo a casa repasando toda la noche anterior, estaba contento con todo lo que había pasado. Sucesión de acontecimientos perfectamente 'incalculados', miles de detalles que se unieron para que pasara lo que pasó.

Aún así no todo es bueno, al llegar a casa, dormir tres, o cuatro pares de horas, cuando se despertó le llegó la cuestión que tuvo que plantearse por fuerza, esa cuestión que siempre quiso evitar y más tarde o más temprano terminaba por explotarle en la cara. - Ha significado lo mismo para los dos? - La mayoría de las veces le era imposible darle una respuesta adecuada a la cuestión. Pero en está ocasión le fue aún más difícil, porque ni si quiera él tenía claro todavía lo que había significado.

Los placeres espontáneos tienen siempre doble cara. La que disfrutas en el momento, y la que tienes que sufrir una vez terminado. Toda acción acarrea consecuencias. Más sentencia que afirmación, esto siempre ha funcionado así. Ahora bien, hay millones de maneras diferentes de afrontar las consecuencias. Como las afrontaría él?


Vicente Viz.

domingo, 18 de diciembre de 2011

Escucharte.

Dices que vengo, que voy y que siento,
que escucho, que pertenezco,
que sirvo para mucho, que me estremezco,
que mi mirada es limpia, suave brisa,
que sientes el deseo de tenerme cerca,
que te distancias por miedo a perderme,
que el barrio es más hermoso desde que aparecí,
que soy la flor que alumbra el jardín,
el viento que se lleva a la señora luna para que alumbre el sol,
mi amor, hoy solo quiero decir...

Que sí, que sí, que bien, que me encanta escucharte,
adoro sentirte, verte moverte y sorprenderte de pronto
haciéndote cosquillas en las rodillas.


Facto delafé y las flores azules.

sábado, 17 de diciembre de 2011

Ahora sí, ahora no.

Ahora sí, ahora no. Ahora te busco y no te encuentro. Paso. A mi aire. Vienes, ahora vienes tú a buscarme. Me encuentras. Que quieres? No lo sé y no lo sabes. Te sigo. A tu ritmo. Tu marcas el tempo. Yo voy bien de tiempo. Te dejo hacer. Te cedo la iniciativa. No estás acostumbrada. Das un paso atrás. No me sorprende. Te veo venir de lejos. Paso. A mi aire. Volverás. Pero el juego acaba en el mañana de hoy. Me engaño. Hoy es todos los días. Ahora sí, ahora no. Hasta que ya no quiera más. Hasta que ya no pueda más. Hasta que tú ya estés de más.


Vicente Viz.

viernes, 16 de diciembre de 2011

Desde que tu me miras.

Velas blancas, cuerpo a cuerpo, piel salada a contratiempo.
desprevenida, agarrada a tu vela me mantengo.
La marea agitada, me disuelve en tu universo,
siento frío en el camino, y de pronto me congelo.
Soy de hielo un cubo quieto, al trasluz desaparezco,
tengo armas, soy guerrera, lucho con todos mis miedos.
Me subo al viento y no lamento, soy un pájaro azul pequeño,
me transformo me hago grande y en espacio me convierto.
Y me abrazo a tu aventura, un euro y medio en monedas,
dos en un coche sin marchas, con la luna de compañera.
Viajando en la noche quieta, no nos falta gasolina,
grito alto canto fuerte, copiloto de tu risa.
Porque yo soy... desde que tu me miras,
porque yo soy... desde que tu me miras.


Manuela Vellés.

miércoles, 14 de diciembre de 2011

Dos grandes amores.

Dicen que a lo largo de nuestra vida tenemos dos grandes amores:
Uno con el que te casas o vives para siempre, puede que el padre o la madre de tus hijos...Esa persona con la que consigues la compenetración máxima para estar el resto de tu vida junto a ella.

Y dicen que hay un segundo gran amor, una persona que perderéis siempre, alguien con quien naciste conectado, tan conectado que las fuerzas de la química escapan a la razón y os impedirán, siempre, alcanzar un final feliz, hasta que cierto día dejaréis de intentarlo, os rendiréis y buscaréis a esa otra persona que acabaréis encontrando... Pero os aseguro que no pasaréis una sola noche sin necesitar otro beso suyo, o tan siquiera discutir una vez mas...Todos sabéis de qué estoy hablando, porque mientras estabais leyendo esto os ha venido su nombre a la cabeza... Os libraréis de él o ella, dejaréis de sufrir, conseguiréis encontrar la paz (lo sustituiréis por calma), pero os aseguro que no pasaréis ni un día en que deseéis que estuviera aquí para perturbaros; porque, a veces, se desprende más energía discutiendo con alguien a quien amas, que haciendo el amor con alguien a quien aprecias.


Paulo Coelho. 

Otro día más.

0:00, y otro día más que pasa.

Con la vida desafinada, va perdiendo el tiempo,
nunca tuvo oído para entonar las cuerdas.
Reflexiones y más reflexiones que acaban en lamento,
no será él el que hoy ajuste cuentas.

Cuatro paredes encierran un grito desesperado,
necesidad de cambio reza,
pero su pasividad le deja varado,
sin poder juntar las piezas.


Vicente Viz.


martes, 13 de diciembre de 2011

No me canso.

Mi corazón badea popa, no sé donde esta mi ropa,
la habré perdido junto al miedo.

No me canso de quitarme el sombrero,
cuando llueve por mojarme las canciones,
y no me daré cuenta, que en esta puta vida,
que lo que yo quiero es rellenar tus rincones.

No me canso de mirarte a la cara,
no me canso de vivir en escenarios,
y no hay mas adversarios que nosotros de espaldas,
que el amor son tres flores que se riegan a diario,
la vida son tres flores que se riegan a diario.


Carlos Chaouen.

domingo, 11 de diciembre de 2011

Por si al final todo se acaba.

Lo sé,
será sólo un momento y después,
tendremos que inventarnos qué hacer,
con tanta duda.

Tal vez no quede más remedio que arder,
y convertir en humo la fe que nos desnuda.

Calmé, las ganas de que me besaras,
junté, tu cuerpo contra la pared.
Cerré, la puerta por si se escapaban,
las cosas que nos hacen bien,
por si al final todo se acaba.


David Cantero.

viernes, 9 de diciembre de 2011

La ruta de tu cuerpo.

Me pierdo en las ondulaciones de tu pelo negro azabache. Me encuentro en el detalle del destello que alumbra tu iris verde. Te muerdo las orejas suavecito. Te quito un beso de la boca, y luego te devuelvo dos. Caigo al cuello y me quedo a vivir un rato.  Recalo luego más abajo, jugando con tu escote. Te escribo mi nombre en tu vientre con un dedo. Contemplo absorto la belleza de tu sexo. Me deslizo como sin querer por el camino de tus piernas. Acabo entre los dedos de tus pies.

Y ésto es solo la cara 'A', después pasaremos a la 'B'.


Vicente Viz.

Todas y ninguna.

Que te quiero a ti, a ella, a ella y a ella...
Que las quiero a todas y no quiero a ninguna.

Que me encuentro antes de perderme
y me pierdo cuando estoy buscándome.

Que las pienso diferentes,
y después se hacen iguales.

Que el azul bombay de esta copa,
no se compara con el verde de sus ojos,
el azabache de lo suyos,
o el marrón miel de las demás.

Que ya no sé si el problema es mío,
o del mundo por no seguirme.

Que yo no creo en mayorías,
y me atrapan singularidades.

Que se acaban ya estas líneas,
que ya vuelven realidades.



Vicente Viz.

domingo, 4 de diciembre de 2011

Vuelve.

Tu cadera sudando sin prisa,
otra estrella fugada en la noche.
Cuídate, nos debemos la vida,
vuelve pronto, y se fue con las flores.




Resumiendo.

Nos tocaba crecer y crecimos, vaya si crecimos,
cada vez con más dudas, más viejos, más sabios, más primos,
pero todo se acaba, ya es hora de decirte ciao,
me ha citado la luna en Corrientes esquina Callao.

Resumiendo,
sabes dónde estoy,
resumiendo,
si me llamas voy,
resumiendo,
no me hagas hablar.


Joaquín Sabina.

Poema de autoayuda.


Todos los gurús espirituales,
los maestros de educación emocional,
los psicólogos que hablan de no anclarse a nadie,
los místicos que promulgan el camino de la autosanación,
aquellos que miran por tu crecimiento personal,
los expertos en auto estima,
los que recomiendan ser fuertes,
y depender sólo de uno mismo.


Tienen razón,
pero yo soy más feliz cuando tu me miras.




Marwan.

Tú decides.

Mundo gira sin importar qué o quién,
...tú decides si subirte al tren.


Vicente Viz.

Olvidó recordar.

Caras eran varias, mas sin nombre para él,
ojos de ella reflejaban pura y dura amarga hiel.

Sus últimos años pasó olvidando, ya fue al cielo a recordar
que no perdiose nada estando, abstraído en aquel bar.


Vicente Viz.

sábado, 3 de diciembre de 2011

Sálvate tú.

Sálvate tú, no habrá sitio en la balsa, haré como si fuera un accidente, los días que me queden, repesaré tus cartas. Sálvate tú, que ya se ven gaviotas, no puede estar tan lejos la pelea, y cuídate la vida, y cómprate esa ropa. Sálvate y cuenta nuestra historia. Sálvate tú, te llegaran botellas, escritas con la sal de la victoria, y olvidarás la pena, posada en otras bocas. Dime que sí, que no mirar tu cara, no es una vida entera, que cuando veas la playa olvidarás mi ausencia. Sálvate y di, que me fui con el viento, para soplar tu vela, sonríeme sincera y me veras riendo con cada luna nueva...




Andrés Suarez.

jueves, 1 de diciembre de 2011

Reír llorando, llorar riendo.


-Ya sé que a veces no me soportas, ni si quiera yo lo hago. Ya sé que te llevo loco, ahora tanto y después tan poco. Ayer un beso y mañana un adiós. Todo fruto de mi inestabilidad. Mi carácter me hace capaz de reir y llorar a la vez, pero sé que en el fondo me quieres... tanto como yo a ti.
"Tanto como yo a ti", esas palabras retumbaron en mi cabeza durante horas, sorprendida de si quiera haberlo pensado. ¿Sería esa la explicación? Si este mundo está loco, yo soy la reina.




Zaida Bayarri.