domingo, 27 de mayo de 2012

Del verbo "renunciar a la esperanza".

Se doctoró en miradas, en sonrisas,
en su amante prohibida de quimera,
en la celda de sus cuatro paredes,
en cantos de sirenas engañadas,
en sinfonías en sol menor,
angustia de saraiba llorando en la ventana,
en cuerpos de mujeres que aún soñaba.


Andrés Suarez.

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