Es curioso, hace dos minutos 'biengastando' tiempo visitando perfiles de amigos, he visto un texto de felicitación a una persona. Una persona que me trajo de cabeza durante mucho tiempo, demasiado. Y al verlo he sonreído, de manera impulsiva, no me preguntes el porqué, no sabría explicártelo. Al final va a ser verdad que el tiempo lo cura todo. Me han entrado ganas incluso de saber de ella, que ha hecho durante todo este tiempo. Fue la razón de algunos de los sentimientos más intensos que he experimentado en mi vida, tanto de cariño como de odio, y ésto me ha servido para darme cuenta de lo inútil del rencor.
Te felicito por aquí en tu diecinueve cumpleaños, no creo que jamás lo veas, pero no sé, me apetece hacerlo.
Será que después de todo estoy madurando.
Vicente Viz.
Emmm se supone que tienes un correo para el blog, pues en ese, de todas formas mi correo es: paraisosinventados@gmail.com :)
ResponderEliminarBonitas dos entradas por cierto, el rencor no sirve de nada no :)