En el fondo le daba pena. Cuantísimo daño le debían haber hecho a esa pobre chiquilla para que hubiera desarrollado tal escudo, tan a la defensiva. Defensiva que camuflaba atacando, aunque con él diera palos de ciego. Por más que quiso le fue imposible hacerla entrar en razón, cada palabra que salía de su boca ella se la tomaba todavía peor. Era frustrante ver lo distorsionada de su imagen que ella había recogido. No consiguió hacerle entender nada. Y tras horas de discusión al final lo mejor fue adoptar el papel de malo de la película y callar. Nada se podía decir ya, nada sin que ella lo tomara como una gran ofensa personal.
Y es que, aunque no lo sepáis, las discusiones tienen una 'deadline' que a partir del tercer intento de explicar una postura sin que ésta se entienda, todo lo posterior es paja, paja que además puede arder demasiado fácil y arrasarlo todo.
Lo había arrasado todo? aquel era su miedo, con lo imprevisto de todo aquello, él no había ni preparado algún posible cortafuegos. Todo apuntaba a que quedaría muy negro y con olor a quemado.
Vicente Viz.
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