cien pecas en la mejilla,
para tener al día siguiente la escusa
de mirarte mientras las cuento.
Y mientras duermas te pensaré,
cien noches entre mis sábanas,
para tener al día siguiente la imagen
de tu pelo sobre mi almohada.
Y mientras duermas dibujaré,
cien curvas en un papel,
para tener al día siguiente la escusa
de compararlas con las tuyas.
Y mientras duermas contemplaré,
cien sueños por tu cabeza,
para tener al día siguiente la imagen
de tus ojos cerrados rezando felicidad.
Y mientras duermas sonreiré,
Y mientras duermas te cantaré,
Y mientras duermas te admiraré
por si no te vuelvo a ver dormir.
Vicente Viz.
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