lunes, 17 de octubre de 2011

Simplemente.

Hoy le escribo al raciocinio, al no darle excesivas vueltas a todo, a la simpleza, a aceptar las cosas como vienen, a superar las malas, a disfrutar las buenas.

En superar las malas y disfrutar las buenas me centro, como reza un 'socarrat' que hay colgado en el comedor de mi casa "tot menos apurarse" (todo menos apurarse), si se presenta un problema, búscale solución, si no la hallas, no lo aparques, simplemente bórralo.

No merece la pena perder/malgastar un tiempo precioso que bien puedes invertir en algo de provecho, intentando arreglarlo todo. Ajústate a la vida, aunque la vida no sea justa. No pretendas la perfección en todo y aprende a convivir con la conformación cuando sea necesaria. Sonríe a las cosas que te vengan de cara, y muéstrate indiferente a las que quieran herir.

Me tomo la licencia de citar una frase con mil autores "Vive y sé feliz".


Vicente Viz. 

Olvida.

Olvida el mundo y ven de viaje a esta apología del hedonismo y... deja que te atrape.


Javier Ibarra.

martes, 11 de octubre de 2011

Yo me fumo mis mañanas.


Duele, la vida como un puñal hay veces que duele
Y nada tiene que ver con tu boca
Que hecha para besar hay veces que muerde
Que anuncia cordura y a veces se vuelve loca
Y duele porque la piel no es materia inerte
Y duele porque el querer es dolerse a veces

Tiembla, la vida como con miedo hay veces que tiembla
Y nada tiene que ver con el aire
Que mueve tu ropa en noches de luna escueta
Que aprieta, suelta y evoca y me enloquece
Y tiembla por los latidos que tú provocas
Y también porque el querer es temblar a veces

Ríe, la vida como un volcán hay veces que ríe
Y nada tiene que ver con el tiempo
Se ríe porque para ella somos tan leves
Como el humo azul que del pudor se desprende
Y ríe porque tu llanto se lo merece
Y también porque el querer es reírse a veces

Vive, la vida por compasión hay veces que vive
Y nada tiene que ver con la muerte
Y cuando llegue ese instante déjame verte
Que no hay mayor libertad que tenerte enfrente
Y que nadie sea absuelto por no quererse
Y vive porque el querer es vivir con creces

Y si todo es semilla no me dolerá la astilla
Que sangran de mi costado tus andares de chiquilla
Y no me digas nada, déjame a mí en mi ventana
Con los pies del otro lado, yo me fumo mis mañanas


Carlos Chaouen.

lunes, 10 de octubre de 2011

Historia de amor en 65 minutos.

Él - Porque te quiero en 65 palabras:

Te quiero porque creo que entiendes como soy.
Te quiero porque a ti te puedo contar, 
     lo que a nadie le puedo contar.
Porqué puedo sentir que mi vida a tu lado cobrará sentido 
     y dejará de ser vacía.
Te quiero porque me preguntaste cuantos años tenía 
     cuando murió mi padre, y eso nadie me lo había preguntado
     jamás.
Te quiero tanto que me gustaría...


Ella - Que te gustaría?


Él - No sé, no lo he podido escribir... se me agotaron las palabras, 65 son muy pocas, no? 


Ella - Sí, son pocas.




Él - Sabes lo que me gustaría a mí? lo que no he podido escribir? me gustaría mirar la lavadora contigo...(risa).
   - Sí, te juro que nunca la he visto con una chica. 
   - Nunca he querido a nadie como te quiero a ti...
   - Quieres mirar la lavadora conmigo? 
   - Quieres?


Ella - Sí.


Él - tú tienes lavadora?


Ella - Sí, arriba.



"Alguna vez os habéis sentido tan felices, tan tan felices, que habéis pensado que jamás os sentiríais tan felices?
vuestra vida ha llegado a una perfección tal, que quizá no vale la pena, buscar más. - Me parece que oigo el mar -
Yo sí que encontré esa felicidad, fué junto a cristina, durante aquel amanecer que giraba y olía a detergente.
Alguna vez os habéis sentido tan felices, tan tan felices? que ya no vale la pena vivir más."

Báilame el agua.

Él     - Hacía tiempo que no me besabas...


Ella   - Tu siempre esperas gestos... yo palabras, vivímos en mundos distintos
       - Y dentro de poco más aún...


Él     - No digas eso


Ella   - Soy realista... el corazón me resbala por las tuberías de este cuerpo, ya no hay forma de sacarlo


Él     - Te has vuelto poeta?


Ella   - No, lo escribíste tú hace unos meses


Él     - Vámonos de aquí, vámonos de este lugar que sólo nos mata a recuerdos. 
       - Venga ayúdame a recoger tus cosas y vámonos.


Ella   - Solo me quiero llevar una cosa...
       - Báilame el agua... te acuerdas?


Él     - Cómo me iba a olvidar


Ella   - Me lo lees? nunca lo hiciste...


Él     - Són sólo palabras


Ella   - Sabes que eso es lo que necesito





Báilame el agua,
Úntame de amor y otras fragancias de tu jardín secreto,
Sácame de quicio, hazme sufrir...
Ponme a secar como un trapo mojado.
Lléname de vida,
líbrame de mi estigma,
Llámame tonto.
Olvida todo lo que haya podido decirte hasta ahora.
No me arrastres,
No me asustes,
Vete lejos...pero no sueltes mi mano.
Empecemos de nuevo.
Toca mis ojos,
Nota la textura del calor,
¿Por cuánto te vendes?
Píllate los dedos,
Y deja que te invite a un café.
Caliente claro
Y sin azucar... sin aliento



Si quieres.

Si quieres, subimos a casa y salvamos el mundo
y nos decimos lo importante sin hablar.

Si quieres, cortamos la calle y en sólo un segundo
le arranco el pasado al sofá.

Si quieres, pasamos el día rodando en la alfombra.


Marwan.

Juré contar nuestra historia.

Y nos siguió la marea, prendimos fuego al hostal, te entretuve con la orquesta, disfrazados de dos más.
Nos declaramos culpables, de la subida del mar, desafinamos canciones, se nos prohibía llorar.


Andrés Suarez.

sábado, 8 de octubre de 2011

Nada ni nadie.

Busco una calma inalcanzable, la atmósfera aquí no es fiable. Quiero estar solo si solo todo estará bien. Que nadie me hable, que no rompan este silencio, es mío, hoy quiero sentir el frio. Vértigo que el mundo pare y me separe del cansancio de vivir así. Harto de fingir escusas, musas siento huir de mí, cosas que viví. Esta cicatriz de traumas, desangra versos, desarma el alma.

Y si la vida es un instante hoy quiero olvidar que existo, quiero escapar a mi desierto sin ser visto. Salir de este círculo, volar a otro lugar quedarme quieto, allí la soledad es mi amuleto.


Ignacio Fornes.

Hay veces.

Hay veces que te das cuenta del papel que juegas en según que vidas. Veces en que te paras a pensar y te planteas si de verdad merece la pena mantener y cuidar relaciones en las que te vacías para al final de la partida, no recibir nada a cambio (si no nada, no lo suficiente). Veces que piensas, y vas sumando detalles, de hoy, de ayer, de anteayer... sumando detalles que en su conjunto pueden darte una imagen muy dura de lo poquito que le puedes importar a alguien, imagen que poco a poco va haciendo mella, y que temes que antes o después acabe en explosión de sentimientos que no puedas controlar.

El día que explote, abra la boca, y escupa en sus caras todo lo que pienso, ese día... seré libre, con tres o cuatro amigos menos, pero sabiendo que los que me queden serán un poquito más en mi vida.


Vicente Viz.

jueves, 6 de octubre de 2011

A día de hoy.


Tengo un cuerpo en el colchón, que huele a vino y destierro.
Tengo un sólo corazón, que hace latir mi concierto.
Tengo menos sueños que drogas bailando en mi cabeza, haciéndose el amor.
Un retrato en la mesa de cuando éramos dos.

Y tengo sol, y tengo tiempo, y tengo ganas de follarme al viento.
Y tengo luz, y pierdo el norte, y tengo ganas de anidar tu escote.

No quiero dios, tampoco cielo. Tengo calor cuando llega el invierno.
Hoy llevo lo puesto y sobra corazón, para pedir "te quiero" y otro ron,
que riegue mi concierto y crezca un sol, mayor que este silencio.

Tengo el viento de poniente y un puesto en cada batalla.
Tengo miedo a la serpiente que hizo de hoguera mi almohada.
Soy un aprendiz de no se qué mirando al sur, con ganas de mojar sus bragas.


Andrés Suarez.

Mi pretexto, esta cena contigo.

Por ti, por mi, porque el mundo es nuestro, tú no me abandones que, yo ya haré el resto
pongo a este vino de testigo y seguiré siguiéndote, mas, si quiero ser honesto contigo...

Yo sé más del deseo que de la satisfacción, y sé que tú aun estás por conquistar, pero esa es mi emoción.


Javier Ibarra.

Sentimientos encontrados.

Lo digo aquí, aprovechando la pública intimidad que este espacio me confiere.

Fue un cúmulo de sentimientos encontrados, en lo más profundo de tus sábanas, justo ahí, a los pies de tu cama.  Justo ahí, en tu cama, fue donde quizá mejor nos entendimos, fue donde quizá más horas pasamos, fue quizá el mayor error.

Incompatibilidad total y absoluta de caracteres, tiempo atrás camuflada por falsos te quiero y polvos torpes, tiempo que creo perdido ahora, y en dos minutos veo bien invertido. Fuiste y eres especial, en muchos sentidos, pero en demasiados sentidos para mi gusto. Rehuyes el cariño que luego exiges sin darte cuenta, pintas demasiadas sonrisas a demasiadas personas, a todo el mundo necesitas agradar, y en dos horas haces 'amigos para siempre'. Te piensas madura, y reprochas la falta en los demás... te haces la dura y en dos frases se te cae el escudo al suelo.

Hoy me alegro de que las cosas se hayan enfriado, seguir con esto habría sido kamikaze. Por mas que intento soltar lastre, te has anclado a mi vida a través de otras personas... pero por lo menos, hoy, tengo mas claro que nunca  que esto se ha acabado para siempre.


Vicente Viz.

miércoles, 5 de octubre de 2011

Recuerdos.

"Y es que ya son demasiadas noches ahogando penas entre humo, apagando recuerdos en un cenicero."

Vicente Viz.

Meterme en su cabeza.

Mi primera composición, la que da título a este blog, de puntillas.

Meterme en su cabeza de puntillas,
descubrirle esa canción,
que luego escuchará todos los días,
conmigo, sin razón.

Poquito a poco ver como se va dejando,
como se va olvidando la coraza,
a su lado sin estar,
cerca pero sin notar.

Después lo va sintiendo, le voy apareciendo,
en el fondo va queriendo aunque lo quiera negar.
Se reduce las miras, si no lo piensa no lo siente,
cree, pero a quien quiere engañar?

Al final es tarde, sin darse cuenta no hay salida,
a los ojos y sin rehuir.
Me expongo, me arriesgo, la beso, se calma
y no me deja ir.

Vicente Viz.

Quizá les haya pasado en alguna ocasión.

Quizá les haya pasado en alguna ocasión... quizá alguna vez... caminando por la calle les pareció ver entre el tumulto de la gente a una persona a la que amaron hace mucho tiempo... a penas fue un instante, un breve destello de luz, el suficiente como para dejar una quemadura en la retina y en el alma... el suficiente como para dejarte paralizado en mitad de la acera sintiéndote a contracorriente de todo... sin saber muy bien que hacer o que decir... y se le llena, a uno, la cabeza de recuerdos... y el caso es que no está seguro de que se trate de esa persona porque... primero fue como digo un breve instante, y en segundo lugar porque hace tanto tiempo desde la ultima vez que... os visteis que... que... todos hemos cambiado en este tiempo, y tú también aunque a veces te niegues a reconocerlo... y está bien que asi sea. El caso es que entonces uno queda dudando en mitad de la acera pensando si no será que uno confunde la realidad con el deseo, quiero decir que quizá si se trate de esa persona, pero a lo mejor no, a lo mejor uno, lo desea tanto que la inventa entre la gente... desapareciendo y apareciendo, apareciendo y desapareciendo, y no digo que quedara algo urgente por decir, algo pendiente, quizá no sea eso, quizá sea un deseo inconsciente y uno solo quiere encontrarse con ella para decirle... cualquier tontería, quizá para recuperar un retazo de aquellos tiempos en los que eramos eternos e invulnerables, quizá solo para decir que ha sido de ti en todo este tiempo, que fue de nosotros... que ha sido de mí.

Algo parecido ocurre en la canción que vamos a cantar ahora, transcurre en el metro de mi ciudad, en Madrid, es la historia de un tipo que entra en el vagon de metro y encuentra en el asiento de enfrente a una muchacha... que le recuerda a una mujer a la que amo, o quizá sea ella, no lo sabe, y está tambien lleno de dudas. Lo que voy a contar a continuación lo entenderá quien conozca la canción, quien no conozca la canción tendrá que esperar a que la cantemos para entender lo que voy a contar a continuación. Muchos familiares y amigos... y amigas, se acercan para preguntarme por esta canción, sobre el final de la canción, mas bien para preguntarme que diablos le pasa por la cabeza a la muchacha que protagoniza dicho final... nunca puedo satisfacer a quien pregunta porque no tengo ni puñetera idea de lo que le pasa por la cabeza a la muchacha... pero sí sé algo... sé que un día todo cambiará... espero que mas pronto que tarde pero, un día las cosas serán diferentes, un día el muchacho entrara en el vagón y la encontrará en el asiento de enfrente radiante y luminosa, y se acercará a ella y le hará la pregunta que siempre le hace al terminar la canción... y un día todo cambiará. Ella se levantará de su asiento sosteniéndole la mirada, el metro detendrá su ritmo, todas las cabezas se girarán hacia ellos, la ciudad también se detendrá, la gente... parada en las aceras, los coches en mitad de la calle, las palomas emprenderán el vuelo... ella se acercará mucho a él, y un día... le responderá de forma muy diferente a como lo hace en la canción.


Ismael Serrano.

Sin bienvenida.

La necesidad imperiosa e imperante de recoger en algún sitio esas cosas que se te ocurren de madrugada cuando el sueño llega tarde y la cama se te hace pequeña de dar vueltas sin poder dormir, me ha hecho ir a parar a esto, un blog.

Cuando escribir un bloc (que no blog) se te hace cansado y perezoso, y cuando el twitter se te queda corto, supongo que solo queda un blog, y es absurdo dar la bienvenida, ya que de momento y en el futuro mas próximo, el único ser que sepa de la existencia de esto, seré yo mismo.