cuando te escribo sin remitente,
tantas cosas que decirte, que pedirte
sinrazones de un latido intermitente.
Y es que ya ves, que no concierne,
a los motivos de un amor que se arrepiente,
quizá un exceso de fe sin verte,
quizá aquel beso grabado eternamente.
Pudimos ser, sin querer quererte.
Vicente Viz.
Mientras siga habiendo gente que escriba estos versos conservo la esperanza. Gracias.
ResponderEliminarA vos.
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